viernes, 14 de septiembre de 2018

Toda nuestra familia quiere dar las gracias a cada una de las personas que han colaborado en el proyecto Mi camino es tu Futuro, ya sea con aportación económica, comprando pulseras y también a las que se ofrecieron altruistamente y ayudaron a venderlas. Agradecer a las que habéis compartido por las redes sociales, Whatsapp, etc., toda la información que hemos ido subiendo del proyecto y que ha contribuido a que llegue al mayor número de personas posibles.
Desde el primer momento, cuando iniciamos el proyecto, estuvimos arropados por la familia y por los amigos, que una vez más y en estos casos especialmente, demuestran siempre que se puede contar con ellos incondicionalmente, pero para nosotros ha sido una grata sorpresa comprobar como muchas personas, a las que no conocemos, han colaborado con esta causa. Gracias a todos ellos, algunos con nombre y apellidos y otros, que de forma anónima han aportado y ayudado a que se recaude el dinero suficiente para la contratación de una monitora en el colegio, encargada de atender a todos/as esos niños/as con dificultades de aprendizaje y que necesitan ese apoyo educativo más específico según sus necesidades.
Para nosotros es un alivio pensar que esos niños/as, entre los que se encuentra mi sobrina, por lo menos en dos cursos escolares, recibirán ese refuerzo educativo y sus necesidades estarán cubiertas, lo que les permitirá avanzar en su desarrollo.
Sin vosotr@s nada de esto hubiese sido posible, GRACIAS!!

Vanesa Cuevas

martes, 31 de julio de 2018

RETO CONCLUIDO




RETO CONCLUIDO: CÓRDOBA - SANTIAGO DE COMPOSTELA (997,97 kms). Ayer fue una tarde de satisfacciones. Seguía lloviendo en Santiago pero eso era lo de menos. Mi amigo Federico Esparza me dejó averiguado el traslado de la bici hacia Córdoba. Un detalle de su parte al igual que otros muchos consejos de gran valía que me ayudaron a saber como afrontar mejor este reto. Gracias y gracias. A mi mejor compañera durante los 9 días la había dejado en un local donde me la enviarán a casa dentro de unos días. Ya la echo de menos. No me ha fallado al igual que todos ustedes. Formáis parte importante de este proyecto al igual que la bici. Me fui a comer a casa de Rosa en Redondela donde sus padres hicieron sentirme como en mi casa. De nuevo, gracias y gracias. Llegaron mis amigos Alfonso y Rosa y nos fuimos de nuevo hacia Santiago para acabar de finalizar lo que quedaba de reto: sellar la credencial, recoger la compostelana y abrazar el santo dándole las gracias por haberme acompañado en estos días. Abrazo que no fue posible por la multitud de personas que esperaban el abrazo. Nos dirijimos hacia la estación de autobuses donde compartimos unos bocadillos recordando las grandes emociones vividas. Fue un rato agradable y emotivo. Me alejaba de dos personas indescriptibles. Alfonso y Rosa, gracias y gracias. Me monté en el bus dirección Madrid, circulamos de noche y con el primer resplandor del día llegamos a la Estación Sur, a la misma hora que todas las mañanas me montaba en mi bici para comenzar la etapa. Los amaneceres para mi ya no serán iguales. De ahí a Atocha, AVE a las 7:30h hacia Córdoba donde me rebieron al llegar aquellas personas que son la causa y el motivo principal del proyecto. No puedo describir el encuentro, estaba en casa. El cariño de mis hijos, el abrazo de mi mujer, la cercanía de mi familia y amigos. De nuevo, gracias y gracias. Ya estaba en casa, con mi familia y amigos. No se podía pedir más. Y a todos ustedes, también deciros gracias y gracias. He sentido cada aliento vuestro como propio y eso me ha ayudado a concluir el reto con éxito. De nuevo, para todos ustedes, GRACIAS y GRACIAS.

NOVENA Y ÚLTIMA ETAPA




NOVENA ETAPA Y ÚLTIMA (día 30 julio): OSEIRA - SANTIAGO DE COMPOSTELA (83 kms). Santiago me recibió lloviendo. Eran las 7:30h cuando empecé la última etapa. Día lluvioso, frío, con niebla y 80 kms por delante para concluir mi sueño. Creía que todo se volvía en mi contra pero me equivoqué. A los 10 kms me topé con el alto de San Martiño (818 m), justo lo que necesitaba para entrar en calor. Me sobraba la mitad de la ropa que llevaba, aunque hice bien en no quitármela porque en la bajada del puerto se notaba otra vez la sensación de frío. No conseguí entrar en calor y tuve que parar en un bar a tomar un café ardiendo. Llevaba sobre 30 kms andados. Me monté en la bici y camino adelante. En este tramo fueron los cuervos los únicos que parecían animarme con sus graznidos. Todo lo demás, cuesta y bajada, cuesta y bajada, hasta llegar al alto de Santo Domingo (700 m) donde recuerdo que la rueda trasera de la bici patinaba, a veces, de la lluvia que estaba cayendo. Temía bajar el puerto pero al coronarlo pasó de llover a chispear y eso facilitó el descenso, sobretodo los ojos, que podía mantenerlos abiertos. Lo que quedaba hasta Santiago más de lo mismo: cuestas, bajadas, lluvia, frío y unas ganas enormes de ver el cartel que anuncia la llegada a la ciudad santa. Y lo ví y lo primero que hice fue llamar a mi mujer para decirle "cariño, reto conseguido. Sueño cumplido". Se que lo ha pasado mal pero merece la pena vivirlo. En la plaza del Obradoiro me esperaban Rosa y su padre. Para mi es como ver a mi familia, Rosa con las lágrimas por las mejillas y su padre con rostro de satisfacción. Ese fue mi trofeo y ahora que todo ha acabado quiero daros a todos las GRACIAS porque habéis conseguido que a 1000 kms de mi casa me haya sentido en ella. Si pudiera resumir estos días en una sola frase, sería "LOS MEJORES 9 DÍAS DE MI VIDA".






domingo, 29 de julio de 2018

OCTAVA ETAPA



OCTAVA ETAPA: A GUDIÑA - OSEIRA (132 Kms)(29 julio). "Ya nada volverá a ser como antes". Concluida la octava etapa, solo me viene un sentimiento a la cabeza: fe en uno mismo. A las 7:30h de la mañana iniciaba el recorrido sin tener la menor idea de lo duro que resultaría. Hacía bastante frío, el cortaviento amarillo no cortaba el viento y penetraba por sus recobecos. La piel se gallina y las manos heladas. Para combatir el frío iba pedaleando en forma de molinillo y cuando le...vanté la cabeza me encontré con el alto das Estibadas (848 m). Lo subí bien, el frío dejé de sentirlo y las piernas entraron en calor. Coronado el alto, una señal se precaución advertía de 5 kms de descenso peligroso. Bajé demasiado rápido, se me hizo corto, pero una auténtica gozada. Volví a sentir frío y decidí para a 66 kms en Xinzo de Ambia a comer algo. Estaba bien pero ni me hacía la menor idea de lo que me esperaba. Para empezar, el alto de Taboadela (590 m) me castigó demasiado pero lo coroné y pensé que ya sería todo llanear. Error. Empecé a subir y bajar constantemente, un rompepiernas auténtico, hasta llegar a Ourense, que para pasarlo en dirección a Cea, hay que subir 7 kms de fuerte pendiente. Eran las 14:30h pasadas y llevaba más de 900 kms en las piernas. Seguíamos subiendo y bajando hasta el final de etapa, donde la paciencia, el cariño, la bondad de mi familia gallega hizo que todo fuese un poco menos dramático. Como siempre, me faltan palabras de agradecimientos. En definitiva, estoy a menos de 80 kms de nada de abrazar al apóstol, de sentir un sueño cumplido, de deciros que si uno cree en sí mismo, todo se consigue, no nos pongamos límites y que como dice Dani Martín "ya nada volverá a ser como antes".
 


 

SÉPTIMA ETAPA

 
 
 
SÉPTIMA ETAPA : TÁBARA - A GUDIÑA (122 kms)(día 28 julio). Etapa llena de emociones. Ayer noche mirando el perfil de la etapa de hoy decidí salir algo más tarde pero ya desayunado. A las 7:30h puse rumbo a Puebla de Sanabria donde los 66 kms de distancia me proporcionaron imágenes que no borraré de mis retinas. Primero, el paisaje, embriagador, de arboledas compactas y verdes donde la densidad de la vegetación no te permitía divisar lo que sucedía a pocos metros de distancia. Segundo, la fauna, me cruce con una pareja de ciervos majestuosos, que cuando se percataron de mi presencia, me miraron fijamente y decidieron apartarse para que yo pasara. Unos kilómetros más, una familia de jabalíes con más de quince crías corriendo detrás para cruzar la carretera. Y una ardilla, que cuando se dio cuenta de mi, saltó sobre mi y no hacia el árbol. Cuando llegué a Puebla de Sanabria, el camino parecía sacado de un cuento de hadas. Yo maravillado. Aquí cargué  fuerzas para afrontar la segunda parte del recorrido, que en nada se pareció a la primera. Sólo quedaban 50 kms pero de puro sufrimiento. Dos puertos de montaña que desembocaban ambos en sendos túneles, agradecía el frescor que proporcionan la oscuridad de los túneles, el calor golpeando sin cesar, los niveles de agua de los bidones en mínimos, así que tuve que parar en Lubián a reponer agua, tomar un aquarius y proseguir el camino donde me esperaba la mayor de las emociones de todo el camino. Alfonso, Rosa, Martín y Hugo, mi familia gallega, esperándome a pie de carretera para abrazarme y decirme "ya estás en Galicia". No  existen otros iguales, son únicos. Y si, en Galicia estoy ya, quién me lo iba a decir una semana antes. Aún sigo emocionado. Mañana a por la penúltima.
 
 


 

viernes, 27 de julio de 2018

SEXTA ETAPA

SEXTA ETAPA: SALAMANCA - TÁBARA (110 kms) (día 27 Julio). Etapa de recuperación, así podría resumir la jornada de hoy. Con la primera luz del día salí de Salamanca donde se percibía ya movimiento en la ciudad: barrenderos trabajando, repartidores de prensa repartiendo, jóvenes volviendo de una larga noche, etc.., y yo, mejor del culo, pedaleando hacia Zamora. Hacía menos frío que ayer, poco viento y etapa llana, día propicio para una buena contrarreloj. A un buen y cómodo ritmo me planté en Zamora, habiendo parado antes en un gasolinera a descansar. Los 66 kms recorridos hasta ahora no me produjeron ninguna fatiga muscular, así que dí un volteo por la ciudad y me comí un bocata de lomo a la plancha con una cerveza sin alcohol que me supieron a gloria. Quedaban unos 50 kms dirección a Tábara en dirección a Puebla de Sanabria. Ya no hubo más paradas, la oreografía del terreno cambió por completo. La carretera también, peor asfaltada, sin arcén apenas y con un enemigo para el ciclismo, el viento. Se me hicieron largos estos últimos kilómetros, no sé si por las inclemencias del tiempo o por los kilómetros que llevo ya recorridos pero lo importante es que antes de la hora del almuerzo concluí la sexta etapa. Mañana a por la antepenúltima. Como dice el Cholo : "Si se cree y se trabaja, se puede".

QUINTA ETAPA



QUINTA ETAPA : PLASENCIA - SALAMANCA (137 kms) (día 26 julio). Hoy me he sentido ciclista. Con esta frase resumiría la etapa se hoy. Hoy me levanté más temprano de lo habitual con un mal presentimiento; al ponerme el culotte sentí un dolor en la zona inferior del trasero. Veremos a ver si no me da la lata. Salí de Plasencia con las piernas fuertes, la mente en el puerto de Béjar y el culo sin saber como acomodarlo al sillín. Así recorrí 32 kms hasta llegar a Aldeanueva del Camino, donde paré a cargar las pilas. El señor del bar me dijo que estaba a unos 90 kms de Salamanca pero antes tenía que sufrir subiendo tres picos y no se equivocó. A los pocos kilómetros ya se divisaba la subida y ahí me dije, esto es lo tuyo, a subir por cojones. Iba doblado en la bici, cada pedalada parecía que iba a doblar el plato, el sudor caía a chorros, y coroné el Puerto, acordándome de mi amigo Federico y David Villanueva (llevas razón amigo, Béjar tierra de escaladores). Me sentí ciclista y me encantó. No cambio esta subida por ninguna etapa llana. Fue increíble. Seguí y ahora tocaba subir a Béjar. Pan comido, con la moral por las nubes y el culo anestesiado. Crucé Béjar con dirección Guijuelo. También era subida pero con el olor a jamón del bueno, todo fue más fácil. Llevaba más de media etapa cuando paré a descansar un rato. Pensaba que lo peor había pasado pero me equivoqué, faltaba una última subida a 1005 m de altitud. Esta fue horrible, nada que ver con la belleza de Béjar. Carretera interminable, subida recta y calor, mucho calor. Una vez coronado, vi el cartel que tanto esperaba, Salamanca 12 kms y aquí estoy. Descansando para mañana y a por la sexta. Gracias a todos por vuestro apoyo, sin ustedes estoy perdido. Un último inciso, desde que empecé llevo puesta la pulsera a favor de la diversidad sexual en honor a mi amigo Fran Llamas. Todos somos personas, nadie tiene derecho a etiquetarnos.