domingo, 29 de julio de 2018

OCTAVA ETAPA



OCTAVA ETAPA: A GUDIÑA - OSEIRA (132 Kms)(29 julio). "Ya nada volverá a ser como antes". Concluida la octava etapa, solo me viene un sentimiento a la cabeza: fe en uno mismo. A las 7:30h de la mañana iniciaba el recorrido sin tener la menor idea de lo duro que resultaría. Hacía bastante frío, el cortaviento amarillo no cortaba el viento y penetraba por sus recobecos. La piel se gallina y las manos heladas. Para combatir el frío iba pedaleando en forma de molinillo y cuando le...vanté la cabeza me encontré con el alto das Estibadas (848 m). Lo subí bien, el frío dejé de sentirlo y las piernas entraron en calor. Coronado el alto, una señal se precaución advertía de 5 kms de descenso peligroso. Bajé demasiado rápido, se me hizo corto, pero una auténtica gozada. Volví a sentir frío y decidí para a 66 kms en Xinzo de Ambia a comer algo. Estaba bien pero ni me hacía la menor idea de lo que me esperaba. Para empezar, el alto de Taboadela (590 m) me castigó demasiado pero lo coroné y pensé que ya sería todo llanear. Error. Empecé a subir y bajar constantemente, un rompepiernas auténtico, hasta llegar a Ourense, que para pasarlo en dirección a Cea, hay que subir 7 kms de fuerte pendiente. Eran las 14:30h pasadas y llevaba más de 900 kms en las piernas. Seguíamos subiendo y bajando hasta el final de etapa, donde la paciencia, el cariño, la bondad de mi familia gallega hizo que todo fuese un poco menos dramático. Como siempre, me faltan palabras de agradecimientos. En definitiva, estoy a menos de 80 kms de nada de abrazar al apóstol, de sentir un sueño cumplido, de deciros que si uno cree en sí mismo, todo se consigue, no nos pongamos límites y que como dice Dani Martín "ya nada volverá a ser como antes".
 


 

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